Cristiano Ronaldo volvió a España para ratificar en el juicio por evasión de impuestos el acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Madrid por lo que fue condenado a 23 meses de prisión -que no cumplirá- y una multa casi 19 millones de euros por eludir el pago de 5,7 millones a Hacienda.
El delantero portugués llegó acompañado de su novia, Georgina Rodríguez, y lo recibieron las cámaras de prensa aunque no dio ninguna declaración. Solo se atinó a decir “ya está, ya está” cuando salió del tribunal para indicar que había acordado el pago.
Ronaldo había pedido acceder al tribunal en auto para evitar a los periodista, sin embargo, se le denegó la solicitud. Según argumentó la Justicia, no estaba “comprometida la seguridad” en su acceso a pie.
La Fiscalía acusa al actual jugador de la Juventus de aprovecharse de una red de empresas en jurisdicciones extranjeras con una fiscalidad laxa para evitar pagar en España los impuestos correspondientes a sus derechos de imagen entre 2011 y 2014.