Pakistán tuvo problemas con sus visas ya que la Cancillería Argentina las denegó y deportó a los jugadores que llegaron a Ezeiza, siete de ellos ya habían sido retenidos en Dubai.
El plantel pakistaní, todo se tomó con sorpresa y desolación. Más allá del dinero invertido para participar, estaba la ilusión deportiva de competir en el 12° Mundial de Futsal y todo empezó a desmoronarse cerca de su tierra, en los Emiratos Arabes, donde la mitad del equipo ya había sido bajado del avión.
Desde la Cancillería Argentina sólo dijeron “Es un tema de seguridad nacional”.